La organización Servicios Universitarios y Redes de Conocimientos en Oaxaca A.C. (SURCO) implementa un proyecto para promover y proteger los derechos digitales de comunidades originarias de México y garantizar el acceso a la información en al menos cuatro lenguas indígenas del Estado de Oaxaca.
La iniciativa -apoyada por el programa FRIDA de LACNIC– busca la participación de los pueblos indígenas en los entornos digitales, partiendo del acceso a la información en lenguas indígenas en las comunidades Triqui, Mazateca, Mixe y Zapoteca pertenecientes a culturas reconocidas por la Ley de Pueblos y Comunidades Indígenas de Oaxaca.
Kiado Cruz, coordinador del proyecto Indigital; Oliver Frohling, director general SURCO; y Alejandra Mendez, creadora del micrositio en la lengua de cada una de las comunidades, son los responsables de darle forma a la propuesta que trata de adaptar las Tecnologías de la Información, a las necesidades y a la cultura indígena en el estado de Oaxaca, al sur de México.
Los integrantes de SURCO señalaron que el proyecto pretende hacer posible la participación política de los pueblos indígenas en los entornos digitales, mediante la promoción y apropiación de los derechos digitales, incluyendo el derecho a decidir qué se comparte o se retiene en el ciberespacio.
¿Cuál es la principal línea del proyecto? ¿qué pretenden con la iniciativa?
Buscamos crear un sitio de Internet especializado en temas de acceso a la información en cuatro lenguas (triqui, mazateco, mixe, zapoteco) de Oaxaca. Con estas cuatro lenguas empezamos a trabajar los temas de derechos digitales, libertad de Internet, neutralidad de la red, justicia lingüística, entre otros. Empezamos a usar la plataforma nacional de transparencia del INAI, órgano que se encarga de garantizar el derecho acceso a la información pública en México.
El proyecto incluyó un proceso de capacitación comunitaria, la cual se enfocó en tres ejes: derechos digitales, acceso a la información y datos comunitarios (gobernanza). Estos talleres se llevaron a cabo en las cuatro regiones del estado, y en las lenguas originarias de estas comunidades. Fueron talleres tanto de capacitación técnica en el uso de las plataformas y de derechos digitales, como también foros de discusión para recoger las inquietudes e ideas de las comunidades sobre posibilidades, peligros y formas de gobernanza de datos comunitarios. Creamos la plataforma INDIGITAL, para apoyar y darle seguimiento a los talleres de capacitación comunitarios.
La última parte consistió en una campaña de comunicación que se difundió en las cuatro lenguas, mediante cápsulas radiofónicas enfocadas en los tres ejes antes mencionados.
¿Qué desafíos o necesidades enfrentó la iniciativa?
Nos enfrentamos a diversas problemáticas en el transcurso del proyecto.
Hay que resaltar que Oaxaca tiene una infraestructura muy deficiente; por ejemplo, recorrimos 50 km hasta una comunidad y tardamos 8 horas en llegar. En el caso de las telecomunicaciones, Internet en muchas comunidades es de baja velocidad, bastante caro y a veces inexistente. No podíamos confiar en que hubiera conexiones estables el día del taller, porque las condiciones de acceso son impredecibles. Tuvimos que encontrar estrategias para enseñar la plataforma con videos, capturas de pantalla y sin conexión. La falta de Internet fue una de las mayores dificultades, aunque ello no mermó la participación de las personas. Cabe señalar que, aunque no haya conexión a Internet, este sí es parte de la vida de las poblaciones, casi todos poseen un celular como principal medio de acceso, y el uso de diversas plataformas de medios sociales es común, aunque intermitente y diferenciado por la edad.
La parte de la lengua no fue problema, se pudo hacer la capacitación bilingüe, español y en la lengua del lugar. Esto fue posible con el apoyo de talleristas de las mismas comunidades. La creación de materiales en lenguas originarias fue otro desafío, ya que había que coordinar, consensuar y verificar todo un vocabulario técnico relacionado a derechos y TICs.
¿Qué resultados lograron y cómo esto supone un avance o mejora específica para el desarrollo de Internet en la región?
Hubo varios logros y aprendizajes en este proyecto.
Un aprendizaje importante fue el tema de los derechos digitales, tanto a nivel individual como a nivel comunitario. Había muchas preocupaciones y en los talleres se lograron esclarecer fundamentos legales y también las formas de acceder a tales derechos. Aquí también nos interesaba despertar el interés de las autoridades en este nuevo aspecto de la vida comunitaria, de las posibilidades para ayudar en la forma de tomar decisiones, como también en el potencial de mal uso de información. En este sentido, estamos satisfechos de haber fomentado la conversación sobre qué son los datos comunitarios y cómo se pueden proteger. También hablamos sobre los datos que se generan a nivel de la comunidad sobre territorio, aspectos culturales o espirituales, qué pasan con esos datos en Internet, cuáles son los derechos de la comunidad y cómo se pueden defender.
Resumiendo, podemos decir que con este proyecto se fortaleció el uso de lenguas originarias en el ámbito de TICs, el ejercicio de derechos digitales, y la conversación sobre la necesidad de gobernanza comunitaria de datos comunales.